No, esta entrada no trata sobre los animales, va dedicada al lenguaje que día tras día va desapareciendo. Me estoy refiriendo al que hablan o hablaban nuestros abuelos, al que poco a poco tiende a desaparecer de las pequeñas poblaciones más rurales.
Podríamos dar un paseo por el pueblo de nuestros padres y encontrarnos a muchos vecinos y conocidos y pararnos a escuchar como hablan. Oiríamos a muchos de ellos utilizar expresiones que nos parezcan extrañas, decir palabras que no recordábamos ni que existían y lo que más me gusta de todo, veríamos como introducen en una conversación numerosos refranes y expresiones hechas.
Sí, el tema de hoy son estas frases hechas y los refranes que cada vez menos gente tiende a utilizar en las ciudades como por ejemplo Madrid. No me imagino a dos chicos de quince años paseando por la Gran Vía, por ejemplo, diciéndose el uno al otro algo como “año de nieves, año de bienes” o “no se hizo la miel para la boca del asno”. Sin embargo, puedo recordar a mis padres y a mis abuelos “aderezando” una conversación con numerosos refranes, a cada cual más ingenioso.
Me da mucha pena que este tipo de tradiciones no se transmitan como lo hacen otras, ya que con su desaparición paulatina vamos perdiendo un poco de cultura. Yo misma siento rabia de no conocer tantos refranes como las generaciones anteriores y soy consciente de que con el paso de los años los niños van a dejar de conocerlos poco a poco (cada vez hablan menos entre ellos o con sus familiares y se centran más en videojuegos que se basan en un lenguaje más estándar). Eso sí, cada vez que escuche uno nuevo intentaré recordarlo porque seguro que en alguna ocasión me vendrá bien.
¿A quién no le ha servido como ejemplo un buen refrán dicho a tiempo, como por ejemplo “quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”? ¿Hay alguno que no tenga razón? ¿Tenéis algún refrán preferido?
Muchas gracias por colaborar.